viernes, 13 de abril de 2007

Colección de microrelatos


Esquizofrenia del elefante rosa

Te quiero, pero te cambiaría por un plato de guisantes con jamón. Si quieres puedes ser un elefante rosa, no importa que nadie se crea que eres el hijo de una orangutana huérfana de Ruanda y una tortuga macho estéril. Nadie tiene que cuestionar la ética de la fecundación in vitro que te dio la vida. Si quieres ser un elefante rosa, puedes serlo, adelante, pero tienes que creer en ello. Tienes que estar convencido de que no eres una cebra sin rayas o un astronauta clandestino. Tienes que estar absolutamente convencido de que eres un elefante rosa capaz de comer hormigas con mayonesa. Un plato de guisantes puede romper una relación como la nuestra. Las larvas que aspiramos a ser mariposas de colores vivos no podemos permitirnos querer a un elefante rosa que odia los guisantes, pase lo del jamón, pero no se pueden rechazar los guisantes. Ellos nos dan la vida, tú me la quieres quitar con tu miedo a los ratones. ¿Qué te han hecho a ti esos roedores tan simpáticos? Tienes que tenerle miedo a todo lo pequeño, por eso odias los guisantes. Podrías ser tolerante como yo que a pesar de amar a los diminutos guisantes no me importa tener sexo anal contigo, aunque seas un elefante rosa enorme con un micro pene caótico incapaz de poner en hora su reloj interior. Te quiero, pero te estoy dejando de querer porque tus dos toneladas de peso están haciendo que me caigas un poco gordo.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Que yo reconozca mi capacidad y me atreva a competir dentro del radar de tu atrio es mi problema, siempre lo ha sido y no es un tema como cualquier otro, es un problema, adolezco el hecho de que existe tu presencia en algún punto de la tierra y no puedo retocarte como a mi me gustaría, que no puedo violar tu obra con la impureza de mis ocurrencias. Del otro lado de los esteros te digo que ya no estas imaginando la situación, que tus palabras están abusando de la tinta y se manejan por la corrosiva imaginación libre. Como si las cosas no tuviesen que tener un sentido, el surrealismo busca la coherencia en la primera impresión en el impacto que produce en la imaginación. Es un mundo de sueños pero para obtener logros también hay que ser estricto. Los sueños y el subconsciente no son incoherentes y el ser bohemio ¿te da tarjeta libre para escribir caprichosamente? Ayuda a que te sigamos.

José Ibáñez dijo...

¿De veras no encuentra usted ningún significado? ¿Cree que todo está escrito porque sí? Le recomiendo una segunda lectura o tercera o cuarta, las que hagan falta. Menos mal que la distancia no le deja cambiarme, pero entre nosotros, tampoco lo conseguiría de estar más cerca. Gracias por su atención y su discrepancia que es necesaria.

Anónimo dijo...

¿Una relectura a una obra estética?
¿Desde cuando vienen con instructivo?
Cual es la razón de ser de la política defensiva que aplica ante las críticas
¿Es esta la nueva forma de hacer literatura?
Contaminarse de la sobre explicación

José Ibáñez dijo...

Las obras estéticas son las primeras que necesitan una relectura, pero usted ha criticado de tal forma mi obra, que pensé que no la consideraba estética. Aplico esta forma defensiva porque así provoco su respuesta, por favor siga jugando, me encanta hacer esto. Quiero provocar, ¿lo consigo? lo peor que puede ocurrirle a un escritor es recibir la indiferencia, vivan las críticas. ¿Por qué habla de la sobreexplicación? yo no le expliqué nada, sigo esperando que encuentre algún significado al texto. No se me enfade.

Anónimo dijo...

Realmente yo si encuentro un sentido a este relato. Veo una invitación a afrontar miedos y complejos y aceptarse tal cual, porque los miedos que se tienen afectan también a la relación con los demás y puede provocar el malestar de los demás.
Si no me equivoco en la interpretación.
Cierto es que hay que releerlo, pero creo que es primordial para entender cualquier cosa y si no ponganse a ver una película por segunda vez y veran como la interpretacion parece que cambia y es más positiva.

Anónimo dijo...

No me enfado, como podría, solo saco a relucir su astucia de autor, y creo que mi claridad es precisa sobre su manual para literatura, ¿y con que fundamentos basa en que las obras estéticas necesitan de un estudio de contenidos? Aborrezco las relecturas por que creo fervientemente en las correcciones de los textos, para que puedan llegar de la manera más clara y pura al lector. A eso me refiero.

En fin Rebeca, escribís como si la vida fuese un cliché, donde la relatividad se aplica al universo tanto como a la vida o a la literatura, “todo es relativo depende de donde lo miremos”, hay que superar ese estupido paradigma mediante el ingenio y reglas de juego, cualquiera puede hacer uso de la imaginación divagante y delirante para encontrarle un sentido a todo y una explicación, pero creo que tu pensamiento es patéticamente medieval. El punto es ser preciso en las elecciones para poder crear algo no explicito pero que el lector pueda creerlo o sentirlo coherente para discernir imágenes sentimientos o ideas morales. Darle una oportunidad clara para creer en nuestra idoneidad, que por cierto a este escritor le sobra. Retarse no es malo.

José Ibáñez dijo...

Rebeca acertó en su interpretación. Mejor dicho, su interpretación coincide en gran medida con el sentido que yo pretendía transmitir.

Naipifalls, yo no creo en la reescritura. Al menos no en el caso del microrelato surrealista. Pocas veces reviso los textos que aquí escribo. Me dejo llevar por la imaginación incosnciente, no quiero buscar la palabra perfecta, sino la que me dicta mi mente desde dentro. Por otro lado, no quiero que entremos en polémicas entre lectores. No entendí la última frase. Habla de idoneidad pero no deja claro si quiere decir que yo debo mostrarme idóneo para usted o si es al contrario.

Siento haber tardado tanto en responder, la verdad es que lo he intentado dos veces pero no sé por qué no pude publicar el comentario.

Anónimo dijo...

Lo aplaudo si este es la nueva literatura que se nutre o vicia de explicaciones. Felicidades por su corriente. Yo a este surrealismo bohemio que dice encabezar agregaría una etiqueta mas a su titulo algo como expresionista, pero aun así los expresionistas tienen comprender perfectamente a través de estudios para poder conseguir plasmar lo ideal y correcto de lo fugaz. Quien soy para juzgarlo o juzgar su libertad úsela pero sea justo y gánesela también, y lo digo sin ponderar su capacidad. Éxitos con el foro y espero que lo beneficie y promueva sus relatos.Y espero que evitar el dominio absolutos de sus facultades no sea una atadura que asfixie a su obra

José Ibáñez dijo...

Me gusta esa concepción expresionista. También es para mí una mirada cinematográfica, intento ver una película cuando escribo y narrar lo que el proyector de mi mente me deja ver para que también lo vea el lector.
Ya le digo que prefiero la inconsciencia como arma para las letras, al menos desde hace un tiempo, desde que me embarqué en esto del surrealismo bohemio, que no es que yo lo encabece, es que soy el único. ¿se me une alguien? pero todavía tengo que definirlo, pulirlo, todavía no sé lo que es.
Yo también espero no asfixiarme, pero mis preocupaciones tienen hoy un calado extraliterario. Ya sabe que hay sentimientos que el hombre quisiera dominar y por desgracia son esos sentimientos lo que dominan al hombre.