miércoles, 21 de marzo de 2007

Taller de la palabra


Dentro de la semana cultural de la F. Comunicación de la Universidad de Sevilla, Surrealismo Bohemio está realizando el Taller de la palabra, actividad que finaliza con un cuento libre entre los escritores y los asistentes al taller con la única regla de introducir una palabra escrita en una tarjeta seleccionada al azar. Hoy, martes 20 de marzo hemos estado unas diez personas y éste es el cuento que hemos logrado hacer entre todos.


MARCOS, EL ENANITO TORERO

La historia comienza en una madrugada sobre las cinco de la mañana en la que no se sabía bien si llovía o no, lo único seguro es que fuera se escuchaba un ruido. El recinto sólo tenía paredes, no había ninguna ventana. El techo era de hojalata pero que no dejaba escuchar si caían las gotas de la posible lluvia. Dentro del recinto, los cinco se preguntaron por la procedencia del ruido. Las paredes estaban como acolchadas y todos aparecieron con las manos atadas los unos a los otros, formando un círculo.
En ese momento notaron un zumbido de procedencia desconocida. Tras buscar en las paredes del recinto, encontraron un insecto, quizás una mosca, en una esquina. Se preguntaron cómo había podido entrar la mosca si en el recinto no había ventanas, era imposible que hubiera alguien más que ellos allí. Se acercaron los cinco sigilosamente y observaron a la mosca que emitía un zumbido muy de seguido, a pesar de permanecer inmóvil, sin ni siquiera mover sus alas. Se preguntaron cuál era el significado de tan extraño suceso.

Realmente el insecto sólo fue visto por cuatro personas. La quinta, lo que veía era un lobo que daba vueltas sobre el recinto de paredes acolchadas haciendo un ruido. Al ser el único que veía al lobo, Marcos pensó estar loco y creyó encontrarse dentro de un recinto surrealista. Marcos se dio entonces cuenta de que el recinto en el que sus amigos vieron un insecto y él había visto un lobo, formaba parte del sueño provocado por un grave accidente que acababa de sufrir. En su sueño había visto el recinto con sus amigos dentro, la mosca paralizada en una esquina y el lobo, pero se despertó del accidente y se percató de que la realidad era muy diferente, puesto que se encontraba en el arcén de una carretera rodeado por ciento cincuenta ovejas. Marcos en una postura muy incómoda, encuentra un simple limón en medio de la carretera que refleja toda la intensidad del sol, por lo que entra en un estado de shock y es atacado por un enjambre de abejas. Marcos fue salvado por un buen ciudadano que le puso unas gafas de sol para que al menos no le molestase el brillo del sol reflejado en el limón, aunque le fue imposible espantar a las abejas.

Pronto llegó una ambulancia que socorrió a Marcos. Al ver la ambulancia, Marcos entró en un nuevo estado de shock, perdiendo el conocimiento. Al despertar ya no había ambulancia, ni carretera, ni ovejas, ni abejas, ni limones y se encontró nuevamente en el recinto, esta vez a oscuras, teniendo que iluminarse con una antorcha. Aún así seguía sin ver del todo bien, se tropezó, cayó por unas escaleras, se quedó dormido y despertó en la misma carretera de antes y se dio cuenta que todo seguía igual que antes, salvo porque en el bolsillo derecho de su pantalón encontró una llave que llevaba inscrita una dirección. Marcos decidió ir en busca de la dirección para averiguar qué pasaba realmente. Marcos descubrió que tenía poderes sobrenaturales y al coger la llave que encontró en su pantalón, la llave desapareció como si se tratase de un fenómeno paranormal.

Marcos no terminaba de creer lo que pasaba. De repente se encontraba en un cine viendo una película extranjera en versión original. Estaba en el cine más barato de la ciudad, donde sólo se proyectaban películas surrealistas. La película lo dejó desfallecido. El protagonista del film había asesinado a sus dos hijas, sumido en una depresión porque su mujer le había sido infiel. Este hombre fue condenado a la pena de muerte y fue ejecutado en la silla eléctrica. Marcos lo pasa tan mal que empezó a golpearse con una silla y le salieron cardenales por todo el cuerpo. Golpeándose la cara repetidas veces, se infringió un grave golpe en su labio inferior, lo que provocó una hemorragia de sangre incesante.
Marcos decidió emprender una huida hacia a ninguna parte en la que dejó un rastro de sangre abundante. Afectado por la película que acababa de ver sobre la pena de muerte, decidió acercarse a la ferretería y comprar una cadena para encadenarse en la puerta del Ministerio de Justicia, reclamando el fin de la pena de muerte y la imposición de un nuevo método para que los delincuentes pudiesen redimirse de sus errores. El Ministerio decidió que él método para superar los errores fuera una pastilla, la cual resultó llevar una dosis de cocaína, convirtiendo en drogodependiente a todo el que la tomaba. Marcos fue el conejillo de indias de la pastilla y acabó enganchado a la cocaína, por lo que sus problemas continuaban.

Al contrario de lo que todos podían pensar, la cocaína hizo libre a Marcos pues fue la única forma que encontró para contribuir a la causa de los condenados a muerte, como único método para evadirse del mundo real. Pasado el efecto de la cocaína, Marcos se sentó en la escalera del Ministerio y echó en falta a su perro al que había olvidado en el interior del edificio. Según los parámetros del edificio, el aire se concentraba de tal forma que era necesaria una mascarilla para no ser infectado por un virus letal. El edificio ministerial se transformó en la sala de cine en la que Marcos estuvo antes. Buscando al perro, justo en la entrada hizo un recoveco y se arrastró por el suelo hacia un pequeño agujero que resultó ser un túnel por el que se dejaba ver una luz muy brillante procedente del fondo. Tras la luz se encontraba David el Gnomo pidiendo ayuda, ayuda.

Ayuda, ayuda fue simplemente el principio de una larga conversación con David el Gnomo, gracias a la cual Marcos descubrió que tenían muchas cosas en común, de hecho Marcos era muy pequeño, algo que siempre le habían justificado como una cuestión de genética. Sin embargo, Marcos llegó a la conclusión de que David el Gnomo y él, eran hermanos. Marcos trató de conocer a su verdadero padre, pero en ese momento vuelve a despertarse y se da cuenta de que todo lo anterior eran alucinaciones y de que es incapaz de distinguir entre la realidad de cuando buscaba a su perro y la alucinación de David el Gnomo. Todo había sido una especie de ensayo realizado por el Ministerio de Justicia, sobre los efectos de la cocaína en las personas del tamaño de Marcos.

Otro de los efectos de la cocaína fue que Marcos intentó hablar como lo hacían los enanos, de modo que el Parlamento puso en marcha un sistema de asistencia con logopedas para intentar arreglar una situación que había provocado el mismo Gobierno. Se hicieron varias películas sobre los damnificados de las pastillas de cocaína al estilo del cine de la Guerra de Vietnam. Estas decisiones del Parlamento formaban parte de la idea de modernizar al país, en un intento de que los gnomos, los perros, las abejas y los cocainómanos pudieran mezclarse para practicar orgías de vez en cuando.

Marcos tenía también una pasión oculta que el Parlamento no había tenido en cuenta. Así comenzó una lucha porque además de los gnomos, las hadas y el resto de seres, había descubierto a los toreros. Su pasión ahora era torear y fue seguido por todo el mundo, incluida la Abeja Maya. Siguiendo su irrefrenable ímpetu por torear allá donde fuese, conocido como El enanito torero y perseguido por El tomate como cocainómano, llegó un momento de su vida en el que ni siquiera cortando las dos orejas y el rabo era feliz. Había pasado su vida rodeado de ovejas, abejas, cocainómanos y parlamentarios y que sólo podía tener fe en sí mismo.

Marcos caminó por una carretera sin fin en busca a la respuesta de por qué no le gustaban ya las corridas, ni su perro, ni la cocaína, ni nada. Muy enfadado consigo mismo, acabó con su vida haciéndose el harakiri.

domingo, 18 de marzo de 2007

El inicio del Realismo Mágico

"No tengo nada que reprocharles a mis críticos. Era difícil aceptar una novela que se presentaba con apariencia realista, como la historia de un cacique, y en verdad es el relato de un pueblo: una aldea muerta en donde todos están muertos, incluso el narrador, y sus calles y campos son recorridos únicamente por las ánimas y los ecos capaces de fluir sin límites en el tiempo y en el espacio." Juan Rulfo, "Cumple 30 años Pedro Páramo", Excélsior, 16 de marzo de 1985, p. 14ª"



La primera novela de Juan Rulfo es uno de los primeros ejemplos de lo que se entiende por realismo mágico, propio de la literatura latinoamericana y cuya eclosión se dio en los años sesenta de la mano de autores como García Márquez, Cortázar o Vargas Llosa. Esta obra se publica en 1955 y no gozó de una crítica afín, debido a que, como dice el propio Rulfo, inauguraba un nuevo género en el que la apariencia realista se rellena de relatos fantásticos y sobrenaturales.
El argumento de esta novela se remite al viaje de Juan Preciado, protagonista y narrador de la obra, a Comala con el objetivo de encontrar a su padre, Pedro Páramo, cuyo nombre tiene una simbología clara, Pedro=petrus=piedra, que connota dureza y brutalidad; Páramo=páramo=tierra infértil, que nos indica su carácter agrio. Viaja allí porque se lo prometió a su madre en su lecho de muerte, para pedirle todo lo que le debe como padre. Cuando está cerca de Comala se encuentra con Abundio que también era hijo del cacique local y le informa de que su padre murió a manos de otro hijo no reconocido y de cómo llegar al pueblo. Cuando lo hace se halla en un lugar en el que no vive nadie que esté realmente vivo, esto es, Comala está habitado por ánimas que pagan sus culpas aún, ya que el padre Renteria (renta) no las ha absuelto para que se vayan de este mundo. Cuando el propio Juan Preciado se da cuenta de lo que sucede muere y resulta que lo que nos ha narrado ha sido una conversación con otra alma en pena, la de la Dorotea que se encargaba de llevar mujeres al hijo legítimo de Pedro Páramo, Miguel Páramo, que también murió violentamente.
La novela se cierra circularmente con la aparición de nuevo de Abundio, este es un rasgo caracterizador del realismo género. Lo más llamativo de esta obra es la naturalidad con la que se integran los fenómenos reales y los fantásticos y como se compone la obra en dos cajones, uno es la narración propio de Juan Preciado y lo que a él le sucede y el otro es los apuntes que se dan de la vida de Pedro Páramo, puesto que todo lo que sabemos de él es por relatos de otros. El cacique nunca aparece en primera persona. Se habla de él, como de oídas y a fe cierta.
Estilísticamente encontramos rasgos que agudizan la profunda raigambre mexicana de los personajes, aunque no se caiga en la repetición de las exageraciones fonéticas ni morfosintácticas, que son tan dadas en las estilizaciones narrativas de las hablas vernáculas. Este género invita a la congeniación de las culturas latinoamericanas. En este caso se produce una mezcla bastante conseguida de la mexicana, en la que se dan aspectos de la tradición cristiana y la azteca, como por ejemplo en la valoración y actuación del padre Rentería.
La lectura de esta novela es compleja. Requiere un lector activo, si adoptamos la terminología de Eco. Presenta una renovación del concepto de novela y de relato. Él mismo Rulfo cree que el lector es coautor de la obra, ya que él mismo expone que hay lagunas que el receptor debe ir rellenando. Realmente Pedro Páramo no es una novela convencional, ni siquiera dentro del género que inicia. Tiene un gran oscurantismo que hace que sintamos curiosidad leyendo y que sintamos la congoja de vivir entre muertos o de morir entre almas que aún tienen deudas en la tierra. Estas novelas encuentran su razón de ser en lectores que crean en otra vida aparte de la terrena, por muy abstracta que sea. No debemos vincular al realismo mágico ni a esta novela con una concepción trascendentalista y irremisiblemente cristiana, puesto que lo que postula es la realidad y cultura latinoamericanas en las que la vida no es tan cuadriculada como a la los europeos acostumbramos.
Sencillamente Pedro Páramo es una novela que requiere una lectura pausada y con una concentración bastante alta. Bajo mi opinión es una de esas creaciones literarias que esconde más secretos una vez leída que cuando aún las hojas huelen a nuevas. Esta novela necesita de más de una lectura para su comprensión total. Y aún así, nos quedamos cortos.
Es con libros como éste cuando me planteo la posibilidad que tiene de composición una obra más allá de lo teórico. Pedro Páramo es sin duda una de las mejores lecturas que se pueden hacer para conocer qué es el realismo mágico y cómo son los mecanismos que hacen que funcione tan bien en una sociedad en la que la racionalidad es la regla de oro que hace que todo lo que tiene sentido exista y lo que no lo tiene, simplemente no sea siquiera cuestionado.


jueves, 15 de marzo de 2007

Escritores: H. P. Lovecraft


Un día como hoy, la mente se separó del cuerpo sin vida. El gran maestro, Howard Phillips Lovecraft, innovador, polémico, genial, trascendió más allá del umbral de la pesadilla y viajó por el cosmos evitando a Chtulhu y a vampiros estelares por el camino.
Una vida marcada por el terror a la misma sociedad acababa de forma prematura, a los cuarenta y siete años, suficiente para crear un universo entero y un género literario totalmente nuevo dando un soplo de originalidad y complejidad a las ya desfasadas historias de fantasmas. Por primera vez se leía terror con una base científica y metafísica, lejos de la realidad pero cerca del realismo dentro del horror. En sus relatos no había sábanas ni cadenas, ni aullidos en la noche, en sus relatos acechaban temores inmateriales, poderosos entes tan antiguos como el universo que aguardaban en el letargo del cosmos el momento para hacer aparición y reivindicar su soberanía sobre el mundo. Angustiaba al lector con razas extrañas adoradoras de esos dioses arcanos, estremecedores seres humanoides con terroríficas facciones animales, longevos hombres con la apariencia y las propiedades de saurios ancestrales…

Pese a ser tan extraño e inquietante como sus propios relatos (pues parecía sacado de uno de ellos) se rodeó de grandes amigos que lo admiraron y contribuyeron a la publicación póstuma de muchas de sus obras.
Pero su naturaleza enfermiza, esa quebradiza salud que le impedía soportar bajas temperaturas, esa tenue fortaleza que hacía de su cuerpo un blanco perfecto para infrecuentes enfermedades, lo sumió en la noche de los tiempos y se convirtió en una leyenda venerada en su querido Providence.
Pero con el tiempo traspasó fronteras y gracias a excelentes prologuistas y estudiosos se conoció en todo el mundo.
Y así tuve la suerte de conocerlo. Recomendado por Miguel Carrión, cuñado, gran amigo y mejor escritor, asimilado por un servidor a su manera como una de las mayores influencias que pudiera imaginar, H. P. Lovecraft se convierte, por méritos propios e infundados en el más grande autor americano del género, codeándose en afición con su propio ídolo, Poe.
No soy quien para glorificar a nadie, pero desde aquí conmemoro su vida y obra con la fecha de su muerte y recomiendo la lectura de sus obras, apelando ya no solo a la afición por el terror cósmico, si no también al buen gusto, al verbo y al extenso vocabulario que empleaba este genio de Rhode Island.
Y para reforzar esta reseña, facilito una bibliografía selecta, una gota en el océano de su obra que entretendrá y apasionará a los amantes del terror, la ciencia ficción y la buena literatura.

En las montañas de la locura
El clérigo malvado
Los hongos de Yuggoth (poesía)
El caso de Charles Dexter Ward
Los mitos de Chtulhu (varios autores, amigos e integrantes del círculo de Lovecraft)

Para más información pinchad en el vínculo.

lunes, 12 de marzo de 2007

Cine: Kill Bill vol1. y vol.2

“Esa mujer merece una venganza y nosotros…la muerte…” es una cita de la película de Quentin Tarantino Kill Bill vol.2 aunque yo juntaré ambas partes para ofreceros o intentar sacar algunas conclusiones de la saga…

VENGANZA…como se llena la boca al pronunciar esta palabra, que bonitas cosas ha provocado a lo largo de la historia, que bien se sentía ese niño que al haber sido engañado por su vecino en un cambio de cromos, llamaba a su primo mayor para que le hiciese pagar por tan grande estafa. Que bien se sienten políticos y demás personajes que los rodean cuando entran en guerra para limpiar el nombre de aquellos que lucharon por la patria en una cruzada entre naciones, pueblos, países o como coño lo queráis llamar, y así vengarlos…y así como cualquiera de nosotros cuando sentimos odio y ganas de venganza, sí, es la sociedad en la que nos han educado.

Y que tiene que ver todo esto con Kill Bill preguntarán ustedes. Es fácil. Esta película cuenta la historia de cómo una mujer, que estuvo a punto de morir en una venganza por algo que ella había hecho previamente, se recupera tras un largo tiempo en coma y empieza su personal ajuste de cuenta contra aquellos que intentaron asesinarla. Tal vez algunos me digan que cae en la sangre fácil y malos efectos especiales, no les digo que no, incluso no dejo de pensar que Quentin Tarantino, su director, lo haga aposta, para dejar ver mejor la trama. Un film en el que el director hace referencias de forma maestra a otras películas suyas y de otros directores con citas y situaciones que se dan en ella. Refleja como aunque vivamos en una eterna venganza contra el mundo, aunque sintamos necesidad de hacer pagar a aquellos que nos hicieron daño para sentirnos mejor aunque sea poco tiempo, también tenemos otra parte en nosotros que nos hace ser justos (en la mayoría de los casos).

Probablemente sea yo el más vengativo de los que escriban en el blog y de los que puedan leerlo, no lo dudo, y por eso me gusta tanto la película, por lo que mi opinión sobre ella quizás no sea todo lo abierta que debería ser. Nada más, sólo terminar la cita con la que empecé todo esto “Esa mujer merece una venganza y nosotros…la muerte…AUNQUE ELLA TAMBIÉN…” no olvidemos que siempre podemos hacer algo a alguien y se tuviese ganas de venganza vendría a por nosotros, aunque de la misma forma digo que “Yo no esquivo mi culpa ni intento evitar pagar por ello...”
Gracias por esta película Quentin Tarantino.
*publicado por SÁHARA LIBRE, perfil aún no disponible

domingo, 11 de marzo de 2007

Inspiraciones suspiradas


Andan mis piernas por la calle. Yo no voy. Mi alma está desinhibida, casi ausente, mientras mis ojos lejanos no ven más allá de sus párpados. Huelo a whisky, se me cayó algo en el bar. Mi cuerpo sigue a mis piernas, ellas saben el camino hacia el olvido. ¿dónde estás alma? ¿Y tú, ilusión? Tomo una calada del cigarro, debo dejarlo pero ahora el humo hace de espíritu, sienta bien, me hace sentir el pecho. Y pensar que hoy no quería salir, sino lo hubiera hecho no podría ver la luna. ¿Saben qué me gusta de la luna? La noche que la rodea, que la envuelve, que la cobija, y que ella alumbra. Las piernas andan, el cuerpo le sigue y yo estoy en la luna. Sí, existo, sé de mi existencia porque me duele el frío de tu despedida, pero ¿cuántos años tengo? ¿veintiuno, o tantos como la luna? ¡Qué hermoso, vengo de la Luna, de la Tierra, del Universo... y volveré a él! Y es que tengo que morir, no me importa. Aunque algún día mi cuerpo se pudra y sólo queden los restos de mi osamenta, mi esencia se perderá entre la Tierra y esperará de nuevo su brote onírico. ¿Qué es la vida para aquél que está muerto?
Me duele ponerme delante de ti. Me duele tenerte entre mis manos, agarrarte entre mis dedos y no saber decirte ninguna palabra hermosa. Hay tantas cosas que tengo que expresar sobre tu cuerpo que no se si tendré tiempo en toda una vida. A veces me digo a mí mismo que debo dominar la inspiración, y hacerla reflotar solo cuando tú estés presente. Te quiero porque te quiero, y porque sin quererte no sabría querer nada. Me das tu pureza y a cambio yo marco tu cuerpo con retazos de una pintura espesa.
Me duele hablarte y no decirte nada. Me duele suspirar en palabras lo que no supe defender con letras. Hay lugares de tu espíritu que aún no he conocido y que sin embargo, ya quiero. Ponerme delante de ti es enfrentarme a mí mismo. Es una lucha constante, casi heroica, en un intento de reflejar en tu piel los sentimiento que me ahogan el alma. Hay tantas cosas por hacer que no se si tendré tiempo. ¿Qué es el papel para el escritor?

La vida está para amarrarse a ella. La muerte es sólo un descanso. Yo cuando muera quiero ser viento, y viajar. Quiero conocer las entrañas de la madre Tierra, contemplar el cielo sin ser visto. Hay tanta inmensidad en el Universo que me conformo con viajar eternamente en forma de partícula para conocer los secretos de su majestuosidad. ¿Qué es la fantasía para el loco? Las sensaciones que emanan de mi sentimiento me auguran una búsqueda plena. Ya no quiero dejar de contemplar tu belleza, tu armonía insultante. ¿Qué es el cielo para el halcón?

miércoles, 7 de marzo de 2007

Colección de microrelatos



El semen en el rostro de la luna

Desde el alminar árabe de su castillo, Luna podía contemplar a Romeo subir y bajar las escaleras que no llevaban a ninguna parte, una y otra vez, y así hasta mil veces desde el amanecer hasta el anochecer, todos los días de su vida, castigado no se sabía por qué delito imperdonable, fatigado pero no rendido, oscuro pero no triste.

Luna era una princesa adicta al sexo, encerrada en el alminar árabe de su castillo desde su nacimiento en el mismo día en el que triunfó la república. Para saciar sus ansias sexuales, el presidente de la República, el señor Redondo, un gordo bajito con lentes redondeadas, enviaba a su alcoba cada noche un varón experto, cada día de la semana, diferente. Los sementales republicanos tenían que descansar seis días por cada uno de trabajo, pues era tal la capacidad amatoria de Luna, que así sólo podía ser satisfecha en sumo grado. De modo que eran siete los machos que pasaban por sus aposentos desde que empezó a requerir el sexo de los hombres a la edad de siete años. Ni aún así quedaba sofocada por completo, pues era conocido por el pueblo que la princesa Luna jugaba también con el sexo de sus siete hermanas. Al sexo de hombre lo llama cangrejo, al de mujer lo nombraba como mariposa y afirmaba siempre que se le cuestionara al respecto, que hacían falta la misma cantidad de mariposas y de cangrejos para que una princesa no muriera desolada en el régimen de una república que no se atreve a expulsarla.

Romeo ni era italiano ni se había enamorado nunca. Era un humano nacido extrañamente de la unión de un mosquito putrefacto y una serpiente de cascabel. De su padre tenía las alas que no le servían para volar y que eran una carga demasiado pesada para su columna ligeramente desviada. De su madre heredó el sonido de cascabel que marcaba inconfundiblemente sus pasos.

Un día en el que la Tierra tapó al satélite con el que soñaron soviéticos y yankees, Luna soñó que se encontraba abierta la puerta de su habitación. En su sueño, salió de su encierro, se encontró con una escalera de un millón y dos peldaños, los bajó uno a uno recreándose en el frío del mármol en sus pies sucios y descalzos, salió al exterior del castillo, giró a la derecha, atravesó una estepa que nunca antes estuvo allí, surcó un océano recién inventado, todavía casi sin agua, levantó una torre hasta el cielo y Dios con su divina gracia, la derrumbó en cuanto la hubo terminado, mató a su padre que ya había muerto y finalmente, convertida en renacuajo, se coló por un diminuto agujero de una pared de marfil tras la que se encontraba Romeo subiendo y bajando las escaleras que no llevaban a ninguna parte, moribundo pero vivo, reacio al amor pero dispuesto a amar. Luna se encontró con él de frente, y por primera vez en la eternidad del tiempo, el hijo de un mosquito seropositivo y de una serpiente vegetariana, cesó en su labor interminable de subir y bajar escaleras, miró a la triste princesa convertida en renacuajo, le pidió que volviese a su forma humana, y cuando ésta lo hizo, se bajó los pantalones, le subió la falda sin permiso, la tomó por detrás y penetró su tantas veces penetrado sexo, de la forma más vulgar y despreciable en que a nadie se le hubiese ocurrido jamás hacerlo.

Entonces, cuando hubo manchado su rostro de semen, le escupió a los ojos y le dijo con voz serena y sin arrepentimiento:

-Ahora sabes por qué me condenaron eternamente a subir y bajar escaleras que no llevan a ninguna parte. Si quieres, puedes volver mañana o cualquier día, yo de aquí no me muevo.

Y Luna volvió al otro día y al otro, y así todos los días de su vida, aún con más ganas de sexo.

lunes, 5 de marzo de 2007

Escritores: Gabriel García Márquez



Como el país que organiza un mundial de fútbol y lo acaba ganando ante su público, así se sentirá Gabriel García Márquez en el próximo Congreso de La Lengua Española. El escritor colombiano recibirá un homenaje en su propia casa, en Cartegena de Indias, a la vez que en Medellín se aprobará la primera gramática del español firmada por todas las Academias. El genio del realismo mágico está de enhorabuena, en 2007 cumple 80 años de vida, sesenta de la publicación de su primer cuento, 40 de la publicación de Cien años de soledad y 25 de la consecución del Premio Nobel de Literatura.

Noticia feliz donde las haya, para mí es bastante especial, puesto que es uno de mis escritores favoritos y clave a la hora de forjar mi propio estilo. Sus obras me han inspirado con facilidad y hace apenas dos meses tuve una fiebre provocada por el virus de su literatura, pues en poco tiempo leí La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada y Cien años de soledad, además de ir a la librería a por El coronel no tiene quien le escriba. Aunque hay que subrayar también Crónica de una muerte anunciada y el reciente Memoria de mis putas tristes. En mi biblioteca particular, cada vez más extensa, siempre hay hueco para nuevas muestras de realismo mágico. Siempre he pensado que de ser cineasta, mi primera película sería una adaptación de cualquiera de sus obras.

Este autor, tan seguido como copiado -decía Vargas Llosa en Cartas a un joven novelista que lo peor que puede hacer un seguidor de García Márquez es intentar escribir como García Márquez- sigue dando guerra pese a su edad, probablemente nos quede poco tiempo para disfrutarle en vida, quizás media decena de libros más, sea como sea, es indiscutible que Gabriel ha entrado ya en el club de los inmortales, cumpliendo el mayor deseo de un amante de las letras, sobrevivir o mejor, como diría él, supervivir a sí mismo, quedando para siempre en su literatura, vivo en los ojos de los lectores futuros.

domingo, 4 de marzo de 2007

Cine: La estrategia del caracol


Me complace inaugurar la renovada versión del blog y más concretamente esta sección dedicada al cine. Cada semana, uno de nosotros sacará a la luz una película, o simplemente hará una reseña sobre ella aunque sea conocida.
Y para empezar he elegido el film colombiano “La estrategia del caracol”. Aunque no le suene a casi nadie y no sea de actualidad (la fecha de producción es de 1993) participó en casi todos los grandes festivales de cine. Por supuesto, no me refiero ni a los Oscar® ni a sus primos los globos de oro. Me refiero a festivales de cine de verdad como el de cine iberoamericano de Huelva, el de Valladolid, La Habana, Berlín…
Grandes festivales que, por desgracia, son olvidados. El glamour, los vestidos caros y los diamantes no tienen cabida aquí, sólo las buenas ideas y las ganas de llevarlas a cabo.
El argumento es sencillo pero es capaz de conmover al espectador. Los inquilinos de una casa de vecinos de Bogotá se enfrentan al inminente desalojo e indirectamente al cruel propietario que hará todo lo posible por sacarlos de sus viviendas por cualquier método. Pero los vecinos y amigos, con la inestimable ayuda de un exiliado español (más rojo que la sangre) y el medio abogado (perro) Romero, plantan cara a la corrupción y la especulación por medio de su madurada estrategia, una estrategia que os sorprenderá.
La cinta está cargada de crítica, dureza y realismo social, pero no nos hace abandonar la idea de la esperanza mediante el humor y la capacidad de inventiva de unos personajes entrañables y ricos en matices.
Así que sólo me queda recomendárosla encarecidamente e invitaros a que prestéis atención al cine iberoamericano que no para de producir películas como ésta y que no tienen nada que envidiar a Hollywood.

sábado, 3 de marzo de 2007

margencero.com

El cuento que cambió mi vida publicado en margencero.com