martes, 14 de noviembre de 2006

Crónica desde los campamentos de refugiados saharuis...

Última noche

Última noche en los campamentos de refugiados. Un land rover se dispone a llevarnos a Tindouf, ciudad más próxima para coger el avión que nos traía a España, dos familias que nos habían acogido en sus casas con lágrimas en los ojos nos despiden como aquellos que despiden a su última posibilidad de vida. Abrazos, llantos, miradas, hermanamiento,... muchos sentimientos que ni el viento del siroco se llevó. Nos montamos en ese improvisado taxi y cada uno de los que allí íbamos rompimos a llorar... ¿qué nos pasaba exactamente? ¿Qué era lo que tanto nos pesaba? ¿Cariño, compasión,…? aún no sé que era aquello que sentía…pero sí aprendí que debía hacer…y no era otra cosa que publicar lo que allí pasa…
Ese y no otro es mi cometido en este blog en el que mi amigo Jose me da la posibilidad de escribir, os mantendré informados sobre el conflicto saharaui y a la misma vez os daré algo de su no escasa literatura y escritos que circulan sobre ellos que nos enseñen más como son.

Hoy para terminar os dejo un dicho de ellos trascrito del árabe que dice así…”Wa là ghaliba il-la Al-lah” (No hay victoria que no venga de Al-lah)

Hasta pronto…

1 comentario:

José Ibáñez dijo...

Amigo Pepe, el viento del siroco no puede llevarse los buenos sentimientos que llevan personas como tú. El Sáhara, esa tierra a la que dimos la espalda con la escusa de evitar una guerra (que listo fue el maldito rey alauita), nos necesita, nos está llamando para que reclamemos su libertad, la que nosotros no le dimos. Sé que vas a luchar por ella, por eso es mi obligación ofrecerte aquí un espacio porque tu voz se convierte en la voz de los que no la tienen. Gracias, Pepe, queda claro que no hay victoria que no venga de Alá.