lunes, 27 de agosto de 2007

INSPIRACIONES SUSPIRADAS


DESDE MI HABITACIÓN (1º parte)


“Decepción, ¿qué pretendes con tu presencia en mi pecho? ¿Acaso
quieres sumirme en la tristeza? No, no te tendré en cuenta, pues tú
no existes en sí, solo destrozarás mi alma si yo te dejo, y bien sabes
que no existes para mí.
Decepción, vete al infierno, aléjate de mi memoria y respira de otro,
pues en mi pecho, en mi mente, no encontrarás sitio, no permitiré que
con tu desgracia me sumes en un carácter severo. Hoy prefiero la vida,
hoy prefiero lo hermoso, aquello que me ofrece alegría... Vida, tu
sentido da sentido a mi muerte, a mis decepciones, por ello te ofrezco
mi alma. Sí, ámame hasta la saciedad, déjame impregnarme de tu
encanto, sólo quiero sonreír.
Tú, amor, mi amor, ofréceme momentos hermosos, haz que maldiga
al tiempo, a su fugacidad, sólo así gozaré de tu esencia. Te quiero,
siempre te he querido y sin embargo, mi memoria te mata con
recuerdos dolorosos... ¿Acaso no encontré momentos felices? No,
siempre fui feliz, soy feliz, y sólo porque vivo. Decepción, eres parte de
la vida, de mi vida, aunque hoy, porque quiero, te mato. Ya solo eres
ilusión, mi pecho aún no te recuerda y mi mente,soberbia y rebelde,
sueña con tu fallecimiento. No, ya no me dueles, ahora solo tengo ojos
para la vida, mi vida”

Muchos me dicen que soy un poeta. Yo los miro, me río, y les contesto
diciendo que solo soy un simple bohemio. En realidad todavía no he
llegado acomprender esta palabra completamente. Para mí un bohemio
es un poeta herido. Su herida, su mal, aquello que le produce dolor,
inconformismo, puede llamarse amor, muerte, soledad, silencio... En
cualquier caso, ahora y siempre,un bohemio siente su dolor en su pecho,
en su mente, vive con él pero sin él,se siente (también se cree) triste,
alejado de todo bien, y en sus ojos, sinceros y profundos, solo se encuentra
la vida.

“Aún la vida nace en mi y ya ahogo decepciones infranqueables. ¿Es
la tristeza parte de la vida? Sí, claro que sí, aunque solo en la medida
en que uno quiera. Hoy sonrío sin motivos, porque pretendo disipar
la tristeza. Miradme cómo lo hago, solo tenéis que entreabrir los labios
y notaréis avuestra alma regocijarse en su alegría. ¿Veis que sencillo?
¿Veis que regocijo? Vida, hoy solo tengo ganas de quererte, de asociarme
a ti, de agarrarte confuerza y no dejarte escapar. De ti nació la tristeza
y tú me distes laposibilidad de sonreír, sólo yo elijo lo que quiero. Río,
sonrío y vuelvo a sonreír... ¿Acaso quieres una explicación? Vuelve a
leer el escrito... ¿No se ven los motivos para mi risa? Tal vez no te das
cuenta, pero te menosprecio a ti, tristeza. Amor, solo espero que llegues
para volcarme ante ti, por ti, y es que te necesito para que me completes.
Tú, vida, amor, alegría, mímame en tu trato, hazme gozar en tu presencia,
sin tu presencia, aún hoy solo quiero sonreír, solo quierosonreírte.
Te quiero”

¡Cuánto se puede llegar a querer una sonrisa! Para mí, una sonrisa, un
guiño,una palabra sincera... eso para mí es vida, y eso es lo que tengo de
poeta. A veces, desde mi habitación trato de encontrar un sonido que me
eleve el sentimiento. Entonces, en silencio, creyéndome hermano de la
soledad, de lasemociones, dejo a mi pluma correr libre por el papel,
prisionera de mi alma, ysin quererlo, dejo a mi espíritu y al momento
impregnado de tinta y de forma.¿Se han fijado? Un bohemio habla de la
tristeza, de su tristeza, aunque sólotiene ojos para la vida.

miércoles, 1 de agosto de 2007

Miedo a la verdad



Surrealista no practicante

Sé que no debo estar aquí. No soy surrealista. Quizá en mi vida cotidiana, pero no tanto a la hora de teclear sueños confusos. Me di cuenta de mi error cuando quise tocar con los dedos el horizonte y deformar su línea para fabricar montañas. Un error lo comete cualquiera, pero ya son muchos seguidos. Siempre pensé que el surrealismo era relojes fundidos por el paso del tiempo y palabras sin rumbo, a la deriva sobre cualquier papel o navegando a duras penas entre bytes y softwares desesperantes. Y, aunque me equivoque en el concepto, incluso si acierto, siento que mis manos jamás han supurado surrealismo. Desde que me dedico a estimular miocardios con inyecciones de letras a corazón abierto he creído saber escoger mis temas, plasmar mis inquietudes y locuras conscientes, y cualquiera que sepa leer encontrará en mis obras todo tipo de sentimientos perfectamente entendibles, cotidianos, futuristas, pretéritos, terroríficos, y de un realismo tan atronador que potencia todas las sensaciones anteriores. Una vez, solo una vez flirteé con este movimiento, le escribí a una mujer lo que sentía por ella, el surrealismo absoluto, el amor incondicional, feroz, ciego, estéril. Todo un derroche de energía filtrándose a través de la celulosa, un te quiero en el interior de la caja de un CD, letras indelebles negras sobre un terrible fondo rojo , repetidas tantas veces que perdían el sentido. Lo que sentía en mi corazón y por esa única vez se impregnó sobre el papel se unieron para dar lugar a un verdadero surrealismo, y probablemente de lo más bohemio. Pero solo por esa vez fue escrito, el resto de días del año lo siento rodear mi cabeza, como aquellos pajaritos que sobrevolaban la coronilla de los personajes animados. Desde entonces creo vivir en el más absoluto surrealismo, si bien la intensidad del mismo fluctúa y me ofrece picos en los dos extremos, y a veces siento que soy tan crudo como la cruda realidad, pero tan práctico que no me culpo por mi pragmatismo. Otras veces, sin embargo, la desinhibición me embarga y se desordenan y se anudan aún más los nudos de mi cerebro de tan deliciosa forma…
Creo que no tengo necesidad de volver a trasladarlo a un texto, es lo más coherente y leal a mi mismo, y a los demás, que no merecen que destroce con mis dedos lo que mi mente alberga de forma inconsciente y deja escapar de la misma forma al aire, perdiéndose, o quizá, espero, siendo recogido por algún interesado, quién sabe.